martes, 19 de agosto de 2025

¡Amor, Amor, Amor!

Mensaje de San Gabriel, el Arcángel, la Santísima Virgen y Nuestro Señor Jesucristo a Myriam Corsini en Carbonia, Cerdeña, Italia el 22 de septiembre de 2002

Soy el Arcángel Gabriel.

Tú eres enviada por el Señor: anuncia la paz al mundo, anuncia que Dios existe, que Él es nuestro Dios, que Él es el Maestro del amor infinito, la gracia y la bondad vendrán de Él, Él es nuestro Creador. Marianna ama a Jesús, Noemi ama a Jesús, Myriam ama a Jesús y Lilly ama a Jesús.

Ten gran fe, los tiempos están cerca: ve y predica que María está con Jesús y con todos Sus amados hijos, que Jesús volverá a la Tierra y será victorioso. En Su aparición, los Ángeles y Arcángeles mostrarán Sus trompetas y harán sonar la gloria de Dios Padre Todopoderoso, Rey del Cielo y de la Tierra. Él será victorioso sobre el mal y Satanás será derrotado para siempre.

Una flor de todos aquellos que te han precedido en el Cielo, amor de todos y grandes bendiciones de todos en el Cielo.

Amor. Lilly tiene un gran don, ayudará a los que sufren, amor infinito, este es el don que Dios da a las personas que aman: amor, amor, amor. Myriam, tu escritura es un regalo de Dios, es amor infinito; es la elección de Dios y Myriam debe continuar escribiendo para anunciar lo que Él mismo quiere comunicar a Su pueblo: amor. Amor, amor te darán a Myriam, y con Lilly seguirás los consejos de Dios, el tiempo está cerca.

María, Madre de Jesús ama, y tú debes amar como María. Jesús está contigo: ve con paz en sus corazones y anuncia Su venida. El amor infinito será y todo cambiará. El Cielo y la Tierra se unirán y una trompetada abrirá las tumbas incluso de aquellos que no ascendieron porque no estaban seguros del amor de Dios; a la vista de Dios, sus ojos se abrirán y aceptarán el amor y entenderán que el amor y la paz son solo de Dios Padre. El Cielo y la Tierra estarán unidos para siempre en el amor infinito de Dios.

¡Ten fe en Dios! Jesús está a punto de regresar entre vosotros. Nosotros también Le seguiremos como Sus soldados y todos estaremos en la gloria de Dios Padre.

Ve a la Santa Misa, confiesa y recibe la Comunión. Ten fe, ¡Dios te ama! Es solo amor infinito. La confesión se puede hacer con un acto de contrición a Jesucristo y Él, a través de tu mortificación, te absolverá, te perdonará y te permitirá participar en la Santa Eucaristía. Pan y vino están en la Santa Misa, el amor de Jesús por la humanidad, Su amor, Su pasión, Su vida por todos nosotros. (*Nota)

María Santísima dice: María está aquí contigo, Ella ama, Ella ama las rosas, las rosas son las flores de María. El Arcángel Gabriel dará la bienvenida a las rosas, las rosas son las amadas hijas de María, las rosas son las espinas del sufrimiento que florecen en amor.

Amor, eres pura, eres una rosa con muchos pétalos fragantes, has pasado por las espinas y te han forjado, amor, amor, amor, eres amor, “don de Dios”. En la Tierra solo estamos de paso, “soledad” del amor de Dios. ¡El amor es amor! En el Cielo serás muy feliz, en la Tierra solo hay sufrimiento que sirve para acercar los corazones al Amor, a Dios. Aquellos que se ofrecen lo hacen para sufrir: ¡lo pediste, sí! Así es, y Dios aceptó tu desafío, Myriam; no podrías haber soportado más de lo que Dios te ha dado. Ahora también eres feliz en lo profundo de tu corazón, porque sabes que la felicidad no es de esta Tierra. Myriam, eres un buen espíritu; Lilly también es un buen espíritu, y Dios te ha elegido para ayudarle en esta batalla contra Satanás; estate en paz, Dios está contigo, no muestres tus lados negativos, sino muéstrate amorosa hacia las personas.

Serás luz entre la gente, serás amor entre la multitud, serás notada por tu sacrificio: amor, amor.

Aquellos que han buscado a Dios, siempre y solo a Dios “Amor”, son para Dios, y serán una estrella, serán de las almas más hermosas en el Cielo.

Tu Madre celestial, María Santísima.

(*Nota) Esta nota se refiere al mensaje recibido cuatro años después, con fecha 16 de octubre de 2006. Es la respuesta de Jesús a una pregunta explícita sobre la confesión sacramental.

Jesús dice: Jesús quiere decir con esto que la Confesión puede hacerse con un “acto de dolor y contrición del corazón” cuando uno está lejos de lugares donde la confesión no es posible, pero existe, con humildad, el deseo de unirse al Santísimo Sacramento Eucarístico, porque uno está lleno de amor por Cristo Jesús y está “verdaderamente” arrepentido del mal hecho.

El Padre que ve perdona a Su hijo y lo acepta en Su Santo Altar para ofrecerse a Él. Jesús te acompaña al altar, pero esto no debe impedir que te presentes ante el ministro de Dios en tu total humillación por haber pecado contra Dios y contra el Padre.

El verdadero arrepentimiento ya es absolución de los pecados. En Mi infinita misericordia, yo absolvo porque soy el Padre y miro al corazón y leo su arrepentimiento.

La Confesión es el camino para volver al Padre; es el acto de arrepentimiento y humillación ante el ministro, pero siempre es el Padre quien absolve.

Jesús te dice: ¿Qué hombre en la Tierra puede absolverte excepto tu Padre que te creó? En Mi Iglesia, he puesto a Mis hijos consagrados como ministros para la absolución de los pecados “ciertamente”, pero si uno no puede confesar y en ese momento siente arrepentimiento por sus pecados y desea ardientemente reconciliarse con el Padre en unión eucarística, el Padre lo perdona y abre Sus brazos para darle la bienvenida y lo hace parte de Él.

Como Creador y como el único Dios de infinito amor, yo uno a todos conmigo en infinito amor.

Yo soy Amor infinito, y en infinito amor vengo a "remediar" el mal que se ha hecho. "Quien quiera entender, que entienda."

Las cosas del mundo no Me pertenecen. Yo soy Amor, y llamo a todos a la conversión del corazón. Llamo a los pecadores y a los enfermos del corazón, a los que no quieren Amor. Vengo a sanarlos y darme a ellos para que reciban la "semilla" del Amor y así sean "sanados" en Amor.

Venid, hijos, es tiempo de abundante siembra, que todos vengan a Mí y Yo los sanaré en nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo y los renovaré en Amor. Los que no necesitan médico no van al médico.

El tiempo que queda es corto, asegúrense de que vengan al Padre para que el Padre los abrace de nuevo en Amor y les conceda “perdón”.

Jesús en la Eucaristía “sana” en infinito Amor.

Fuente: ➥ ColleDelBuonPastore.eu